Euskera, de los centros educativos a los centros de empleo

Garbiñe Mendizabal e Iker Estensoro, directores de Igualdad Lingüística y Promoción Económica de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

 

En las últimas décadas, la sociedad vasca ha invertido mucho en euskaldunizar la educación y la universidad, tanto en dinero como en el esfuerzo de la gente. Gracias a ello, a pesar de las carencias, los alumnos y alumnas que entran en el mundo laboral tienen el mayor conocimiento de la historia en cuanto al euskera. Es hora de dar continuidad a esta inversión. ¿Qué sentido verán nuestros jóvenes al hecho de hablar en euskera en la universidad o en la formación profesional, si en el mundo laboral sólo tienen que hacerlo en castellano?

“Euskara, bihotzetik ezpainetara”. Es una frase que hemos utilizado muchas veces los que trabajamos en el mundo del euskera y a favor del euskera. Porque es la mejor manera de amar y cuidar nuestra lengua: hablar en euskera sano, libre y con gusto en nuestras relaciones cotidianas en todos los ámbitos de la vida.

Hemos hecho muchos documentos, planificaciones y reflexiones para promover el uso del euskera de forma igualitaria en diferentes ámbitos de la sociedad. En la educación infantil y juvenil, en la administración, en las actividades de tiempo libre y en los medios de comunicación. Hay, sin embargo, campos que todavía hoy están muy poco trabajados. Uno de ellos, sin duda, el mundo de la empresa y del trabajo. Es decir, el ámbito socioeconómico.

Hace algo más de un año, cuando estábamos viviendo en pleno el primer choque con la pandemia, tuvimos que organizar de forma telemática la jornada anual de técnicos de euskera de Udaltop. Aunque para muchos pasó desapercibido, allí pudimos escuchar testimonios de gran calado. Entre ellos el de Jon Sarasua, que puso su mirada en la citada necesidad.

Es urgente abordar la integración de las planificaciones lingüísticas en el ámbito laboral a través de una política de gran calado para que el proceso de revitalización del euskera continúe y no se encadene en un estancamiento peligroso. « Necesitamos una apuesta generacional y una apuesta institucional en esta coyuntura », dijo el pensador de Aretxabaleta.

En los últimos años diversas voces, tanto representantes del mundo del euskera como responsables institucionales, nos han advertido de que el proceso de revitalización del euskera está en la encrucijada. Partiendo de esta reflexión, hemos puesto en marcha, entre todos, varios proyectos para evitar que se materialice la peligrosa parada de Sarasua. El fruto más destacado de este esfuerzo ha sido, probablemente, el propio Euskaraldia. Porque el compromiso y la activación ciudadana es el mejor antídoto para combatir la ralentización.

El desafío no es cualquiera. Porque, por un lado, tenemos que mantener los logros conseguidos hasta ahora. Por otro lado, porque tenemos que seguir impulsando el desarrollo global del euskera. Abriendo nuevas ventanas al idioma. Una de ellas, como decimos, es la marcha diaria en los centros de trabajo. Ámbito socio-económico, en definitiva.

Para abrir esa puerta también es imprescindible la fuerza y el dinamismo que viene del pueblo. Si nos fijamos en el Sociómetro de Gipuzkoa, realizado en abril de 2021, parece que hay una base social suficiente para ello. En cuanto a cuánto debería fomentarse el uso del euskera en el mundo empresarial y laboral, el 76,6% afirma que debería impulsarse mucho o bastante.

Es evidente que la normalización del uso del euskera en el ámbito laboral supondría un paso importante hacia la igualdad lingüística. El beneficio de semejante difusión no se limitaría, sin embargo, a la situación de la propia lengua. Y es que una buena gestión lingüística aporta a la competitividad de la empresa. Y, en consecuencia, contribuye a seguir construyendo un territorio cohesionado y sostenible.

Los expertos señalan que crear un entorno de trabajo positivo es una de las principales condiciones para que todas las personas desarrollen plenamente sus capacidades, aumenten su competitividad y maximicen sus aportaciones de cara a los objetivos estratégicos de la organización. Profundizando en este camino, se abre al mismo tiempo un camino de atracción y mantenimiento del talento en las pequeñas y medianas empresas.

Si queremos trabajar la diversidad y la inclusividad en nuestro territorio industrial, es imprescindible que el euskera, en definitiva los vascoparlantes, desarrollen el espacio que necesitan en las empresas. Promoviendo el uso del euskera en el ámbito socio-económico, estamos abriendo camino a una gestión positiva de la diversidad. Entre las lenguas hegemónicas, porque también se abren espacios a la lengua local.

Desde 2020, la Diputación Foral de Gipuzkoa, la Viceconsejería de Formación Profesional del Departamento de Educación del Gobierno Vasco, la Viceconsejería de Política Lingüística y la asociación LANEKI hemos puesto en marcha el proyecto LH DuaLa Euskaraz, bajo el lema de “añadir valor”. El objetivo principal es visibilizar el valor del desarrollo de la educación y el trabajo en euskera y reconocer las experiencias de la comunidad de centros de trabajo que trabajan en euskera Formación en Centro de Trabajo y Dual (LP-Dual).

Dentro de este proyecto hemos desarrollado una herramienta de diagnóstico para medir el uso del euskera para las empresas guipuzcoanas. A través de esta herramienta pueden realizar un análisis sencillo, rápido y con total confidencialidad sobre el tratamiento que dan al euskera en su entorno laboral. Quienes cumplimenten el cuestionario, además, recibirán una serie de recomendaciones sobre los pasos a dar para fomentar el uso del euskera.

Es sólo un sencillo ejemplo que nos ayuda a darnos cuenta de todo lo que nos queda por hacer. Al igual que para impulsar la revitalización del euskera en los demás ámbitos, en el mundo laboral será necesaria la colaboración, la determinación, el impulso de la ciudadanía y la implicación de las instituciones. Es imprescindible que los agentes del ámbito socio-económico también tomen conciencia de la importancia del tema y asuman compromisos. Gipuzkoa ha comenzado a acelerar la marcha, en ese camino. Con la ambición de dar más pasos, cada vez más intensos, desde luego. Sólo así conseguiremos que el euskera dé un salto de la escuela al trabajo.